El 1° de marzo 2016 marcó el final de un largo proceso que había comenzado 31 años atrás (el 7 de abril 1985), cuando el arzobispo de Aviñón abría oficialmente la causa de beatificación del padre María Eugenio del Niño Jesús.
El 25 de mayo 2015 los médicos de la Congregación reconocieron que, según los conocimientos de aquel momento de la ciencia, la curación repentina, completa y permanente, de un bebé que estaba en grave peligro, después de dos operaciones realizadas con menos de tres días de intervalo, no tenía explicación posible.
El 1° de diciembre del año 2015 los teólogos de la Congregación relacionaron esta curación inexplicable con la intercesión del padre María-Eugenio.
El Cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos presentó su conclusión al Papa Francisco, el 3 de marzo de 2016. El 4 de marzo el Santo Padre autorizó la promulgación del Decreto que reconocía oficialmente el milagro realizado por intercesión del padre María-Eugenio del Niño Jesús.
El Papa Benedicto XVI, declarando Venerable al Padre María Eugenio el 19 de diciembre 2011, afirmaba que él muestra el Evangelio de forma luminosa.
El 25 de febrero de 2016 se procedió a la exhumación de los restos mortales del Siervo de Dios para garantizar su identificación, poder darles un tratamiento conservador y preparar las reliquias.